lunes, 9 de mayo de 2011




 Sí que me sentíuna niña cuando besaba mi frente. Tenía esa capacidad de hacer parecer que no había más que sus labios en mi piel. No importaban los pasados recuerdos, no importaba que en un futuro contado no estuviera aquí. Y realmente no tenía importancia, porque necesitaba esa cálida sensación en ese momento y es justo cuando la tuve. Lo sé porque inconscientemente sentí un escalofrió por mi tripa cuando me besó. Un escalofrío que pasó por todo mi cuerpo, subiendo y bajando, como acariciándome, como si él estuviera controlando ese suave y frío movimiento en mí, como si con ello me quisiera hacer ver que podía conseguir pasar por encima de cualquier sentimiento invencible.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario